La recreación de la obra del Lago de los Cisnes que propone el director de la película representa el drama de una mujer que atrapada en el cuerpo de un cisne blanco y virginal solo puede ser librada por el amor de un príncipe, en la trama este príncipe es engañado por el Cisne Negro quien lo seduce e impide revertir la operación del hechizo, el Cisne Blanco en su decepción amorosa se arroja en un acantilado encontrando por medio de la muerte su libertad.
Lacan en su homenaje a Margarite Duras 1965 nos recuerda que el artista siempre lleva la delantera y por tanto no se tiene que hacer de psicólogo/psicoanalista donde el artista le desbroza el camino.
Esta obra cinematográfica nos presenta por medio de la sublimación el drama subjetivo de una joven mujer atrapada en el cuerpo de una niña.
Quisiera tomar como un eje central para el análisis de la película, la relación que esta joven o dulce niña tiene con su cuerpo lo que evidencia la problemática estructural que se presenta en un sujeto psicótico en el momento del desencadenamiento.
La película comienza con la imagen de un sueño, sabemos que en la dimensión de la fantasía el encuentro con el deseo es posible. La fantasía en su estructura permite que todo sea posible, en este sentido la fantasía se opone radicalmente al acto.
¿Qué sucede cuando se trasciende de la fantasía al acto?
Cuando se da lugar al acto se apela en ese movimiento alos significantes para que lo imposible se materialice a través de lo simbólico.
El llamado a lo simbólico no se produce en cualquier momento, si no que se convoca en el momento que el sujeto es comprometido por su deseo y se ve confrontado con un imposible, es pues la confrontación con este imposible donde encontraríamos el advenimiento de lo simbólico para soportarlo y materializarlo.
Nina quien siempre se ha caracterizado por ser una bailarina ejemplar en todo su trayecto, se confronta en este momento a un impase que le impide continuar. Presenciamos el momento de una fractura a nivel psíquico que se manifiesta de manera espectacular y extraordinaria en su cuerpo.
Nina se fragmenta en este intento de representación, en el acto la fragilidad simbólica de Nina no alcanza.
¿Cuáles componentes podemos encontrar o recrear en el lugar de este drama?
Resaltando algunos “elementos clínicos”, encontramos aspectos esenciales en la vida de Nina que responden al porqué de la fragmentación del personaje en su momento estelar.
La madre de Nina castradora, es representada como un personaje voraz, intrusivo, persecutorio, controlador, una madre devoradora.
Frente a esta madre no encontramos elementos que actúen o hagan la veces de mediadores y separadores del Deseo Materno, no encontramos la función de Nombre del Padre, si no que más bien, tenemos a una hija sumisa que se sitúa como objeto en el lugar del error y el fracaso de esta madre ex -bailarina a quien intenta colmar en su ideal de la perfección y la pureza.
Este lugar le impide por consecuencia posicionarse como sujeto y tener un cuerpo producto de la separación entre la madre y la niña.
En el transcurso de la carrera profesional de Nina, el papel que debe representar en el momento del desencadenamiento exige en su realización tener un cuerpo y el problema esencial en este personaje radica justamente en que Nina no lo tiene en términos subjetivos, en esa confrontación entonces, se inicia el desencadenamiento psicótico como respuesta al enigma y al agujero en lo real que se abre en torno a su sexualidad.
Nina queda frente al vacío que se convierte en un precipicio para ella.
Ser la dulce niña no es compatible con el despertar de su cuerpo. El despertar de sus pasiones y sexualidad fracturan la rigidez, inflexibilidad, perfección que se había construido.
Su fragmentación y fractura comienzan al inicio de los ensayos, cuando se fractura, los dedos, el tobillo, vemos entonces como su imagen comienza a resquebrajarse.
La imagen de la bailarina rota en la caja de música es una manera de representar esta ruptura.
Para que exista un cuerpo en lo subjetivo, el sujeto debe apoderarse de su imagen, es lo que nos enseña Lacan en el estadio del espejo.
El papel de Cisne Negro se caracteriza por la pasión, el deseo, la carne y un cuerpo vivo, sin embargo para esta joven bailarina la sexualidad adviene como algo extranjero, extraño que la desorganiza y problematiza.
La sexualidad para Nina tiene además una connotación maligna que le produce un desarreglo confrontándola a un cuerpo biológico que no está habitado.
Lo enigmático de la sexualidad la deja en la perplejidad, en la ausencia de respuesta, vemos cómo surge la alucinación en la cadena simbólica rota. La alucinación se pone en el lugar de la respuesta.
Las alucinaciones dan cuenta de la pobreza de recursos simbólicos necesarios para la operación metafórica producto de ausencia de la función paterna o Nombre del Padre, no hay metáfora paterna y por ende el significante fracasa.
¿Cómo se representa la ausencia de metáfora en el caso de Nina?
Vemos que ella es incapaz de representar el papel de Cisne Negro sino que lo encarna en su alucinación, vemos como ella no representa sino que ella es el cisne en su alucinación.
Invadida por el goce, su rigidez, perfección y control estallan acabando en la desintegración del yo, estos elementos que ponían límite a sus pulsiones fracasan frente al enigma de la sexualidad. La imagen frágil que había construido se desintegra.
En ese momento se evidencia que Nina no tiene un cuerpo unificado por medio de la constitución subjetiva y por ello experimenta los fenómenos en el cuerpo: se desdobla, despersonaliza, se transforma en cisne y se proyecta encontrándose en un todo, no hay límite entre el yo y el Otro.
Las imágenes que logran ser opuestas en sus alucinaciones se presentan en forma de rival transformándose en persecutorias a través de delirio.
El momento más trágico de la película es cuando por medio de la alucinación ve su propia imagen representada en el Cisne Negro frente al espejo, se le presenta una imagen especular que empuja contra este rompiéndolo en pedazos, la joven finalmente con un trozo de espejo alucina que mata a su rival, siendo este instante la puesta en acto de un suicidio.
Finalmente vemos que aquello que pone límite a su goce y la separación con el Otro es la muerte. Recordamos que Lacan indica que el suicidio es “el único acto logrado” en su forma más trágica.
El Lago de los Cisnes se origina basada en cuento alemán (El velo robado) de Johann Karl August Musäus.
Si tendría que dar titulo a esta película desde el punto de vista psicoanalítico diría más bien el cuerpo robado haciendo alusión a las consecuencias subjetivas que enmascara la problemática que se instala en el fracaso del nudo entre lo Real, Simbólico e Imaginario.